Yo, sin dudar, iría corriendo a abrazarlo... igual que hacen las personas de este vídeo. ¡Mirad!
Hay tantas veces que nos perdemos cosas tan bonitas y sencillas de la vida... ¡y todo por los prejuicios! Si fuésemos por el mundo confiando en lo que sentimos y no en lo que vemos, en la apariencia...
Ojalá hubiese un enorme cartel que nos recuerde cada día que "NO TODO ES LO QUE PARECE" y que "LAS APARIENCIAS ENGAÑAN".
¿Qué pasaría si el chico del vídeo no fuese disfrazado de un adorable oso gigante? ¿Si fuese es chico sin capucha y mirada perdida quien pidiese un abrazo?
Estoy segura que la mayoría de la gente miraría raro, se alejaría o haría comentarios del tipo "y éste de qué va"... Si por una vez pudiéramos ver más allá de lo que ven nuestros ojos, si nos dejáramos llevar por los sentimientos, si abrazamos y nos dejásemos abrazar... sin importar quién recibe el calor, el cariño y la seguridad de un abrazo.
La duración media de un abrazo entre dos personas es de 3 segundos. Pero los investigadores han descubierto algo fantástico. Cuando un abrazo dura 20 segundos, se produce un efecto terapéutico sobre el cuerpo y la mente. La razón es que un abrazo sincero produce una hormona llamada "oxitocina", también conocida como la hormona del amor. Esta sustancia tiene muchos beneficios en nuestra salud física y mental, nos ayuda, entre otras cosas, para relajarse, para sentirse seguro y calmar nuestros temores y la ansiedad. Este maravilloso tranquilizante se ofrece de forma gratuita cada vez que tenemos a una persona en nuestros brazos, que acunamos a un niño, que acariciamos un perro o un gato, que estamos bailando con nuestra pareja, cuanto más nos acercamos a alguien o simplemente sostenemos los hombros de un amigo.
Nicole Bordeleau
No hay comentarios:
Publicar un comentario